
Papá te extraño, escribe la nena que ha quedado huérfana
Y pensará, imagino:
Te voy a extrañar por el resto de mi vida
La dulzura de la palabra papá en sus labios
Ceñida a la muerte
Es un desconsuelo absoluto
Dónde encontrará alegrías esta niña
Si el hombre que se las aseguraba
La ha abandonado inexorablemente
Crecerá de golpe
Aturdida por el pánico
Se hará mayor porque jugar ya no puede
Qué injusto me parece todo ahora
Cómo festejar cualquier brindis
cuando hemos comprendido esta catástrofe
Y sin embargo el olvido
Vendrá tarde o temprano
No deseo el olvido, si no la redención.
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