miércoles, 21 de enero de 2009

Respuestas tácitas

Registrado en Safe Creative

Uno

En el canto alegre regado con vino
en ronda de amigos conforme
a un noble sentimiento.
En la mirada sin punta
de dos que se han reconocido.
En charlas de cafés tibios,
de oídos atentos, de palabras sin volumen.
Nace mi suficiencia y me describe.





Dos


Se quiebra, cual un cristal se rompe
se abre. Ya no es uno,
son miles de pedacitos dispersos en el aire...
El ser que en mi habitaba hace instantes.
Con afán de punta lo escruto,
tendido y harapo desvanece.
Por pensar como pienso, por intentar razonar...
Desgraciado, el sueño lo vence.
Harto de cuestiones, de naderías...
Tiembla cuando en soledad nos encontramos.
Porque conoce los terrenos
por donde suelo pasearle.




Tres


"La eternidad está enamorada de las creaciones del tiempo"
William Blake

Tan denso como el humo blanco
que escapa del agua hirviendo.
Transparente, cual lágrima
inspirada en él.
Dolor por los sueños
diluidos;
insaciadas apetencias
sobre lo infinito de su extensión.
Falso, espejismo despiadado.
Lleva consigo nuestra vida;
reverencia perpetua.
Instruidos en tal sistema
excluidos en su amplitud
nos aturde la pregunta...
¿Encausarse a la inacción?




Cuatro


¿Dónde se ha perdido la fusta
con que arreaba los corceles?
El carro en que mi alma
pasea sus aptitudes
se detuvo, inevitable.

- Era un rebenque fiel, de cuero curtido.
Era un lacito cualunque.
¡Tenía de plata el empuñe y labrado artístico!
¡Cómo te engaña ese piolín que has forjado con saña y tesón!

Cuan imposible
no seguir vanos pasos.




Cinco

Minucioso ungüento de infinitos:
Universo ineluctable,
tantas veces, ya rutina,
razonarte han querido, penosamente.
Maratón de bochitas calvas
un pelo por cada ilusión.
Mas ausente la noticia;
el geométrico fallo
tiene vasto margen de error.
En esa borrosa esquina decimal
otro universo
otro intrincado acople.


No en parcelas
es dado el ser.


Y a un Dios evocan
deferentes
Y no hace falta
a imagen y semejanza moldear
nada.
Si un instante
de silencioso pánico rodeado...
¿ Más que en vida
seremos en muerte?




Seis

Egoistocles

Escultura impertinente:
Algo como un abismo,
el limpio cristal
de una ventana chueca.
Espejos yuxtapuestos
reflejo unísono.
Uno.
Al vuelo de sus
alas rotas
mojadas en las babas
de una peste interna.
Ojos nocturnos
ahogados de lagañas
cerrados por un sueño
continuo.
Y el canto débil
y la prosa lenta...
Esta piedra enorme
de un buzo desoxigenado.




Siete

Páramo del
aún más vasto desierto
envolviéndote. Vos intentando
balizar ese conglomerado
de inmanentes cualidades ilusorias.
Yerto, vanidoso ego
invertido; de todo a nada.
Vejado y aún más
te ignoran.
No fatigues infinitésimo tiempo
en elucubraciones salvadoras.
Cúmulo de vivencias
acción conforme.




Ocho

Angustia la del hombre que pretende vivir todas
y solo tiene una finita vida, eterna muerte.
El que ha nacido cavilante y no se resigna
a ser uno entre tantos, a hacer más vasto el orbe.
El que como yo, sueña en la vigilia que es poema
que compone ese poeta que se siente.
El que ha gastado sus horas intentando encontrar
la medida precisa de su amor .
Quien ha descubierto en los escritos
vestigios de razones y lo convencen
de seguir buscando entre libros
bosquejos del alma son,
alma,
verdad.
El que a jugado a orillas del río y adivinó...
la vida también es un río que va.
En nosotros pienso:
Es sombrío el camino y adivino en la meta obscuridad.




Nueve

Funeral

¿Un circulo formado al azar
o el común presagio,
la eternidad?
Cuántas verdades volcadas
súbitamente a la conciencia.
¡Cuántos recuerdos! Y la mente,
Que ha comenzado a olvidar.




Diez

Esta puerta que hoy se abre,
la blanca pared que divide
a mi casa de un baldío,
el olor comprensivo al entrar en ella.
Las peleas familiares
normalmente, generaciones en disputa.
Esta edad, la de mis hermanos
y la de mis padres...
Son inevitable ausencia mañana,
sueño que el recuerdo vagamente mostrará.
De antemano herido, enlisto
estas
aun no perdidas pérdidas.




Once

Tardía cosecha
Se está yendo, se me escapa
jabonoso entre los dedos
el tiempo.
Se va y no he podido
cosecharle algún matiz
a ese, cargado frutal.




Doce


Va a pasar por vez última el tren,
yo aquí contemplando, como eterno.
cerrará el tiempo la reja que impide
el paso al corredor de los empezar de nuevo.
Yo aquí contemplando, como eterno.
Proclive al metafísico escrutamiento
me sé de una manera imposible
yo aquí contemplando, como eterno.
Mientras la piel ve las horas,
mi estomago, mi hígado, mi pelo.
Yo aquí contemplando, como eterno.

No hay comentarios: